Malasia I

—————————————————————————————————–
Pinchad aquí para ver todas las fotos
—————————————————————————————————–

«Pedazo» de viaje que nos hemos marcado. Por lo que hicimos, cómo lo hicimos y con quién lo hicimos. Hacía casi un año ya, desde que me vine a Seúl, que no veía a Jesus (el Costas) y Jáser. Desde el primer día se hizo cierto el dicho: una amistad de verdad es para siempre. No paré de reirme a carcajada limpia desde que los recogí en el aeropuerto de Bangkok.

El viaje completamente planeado desde Sevilla por Jaser y su guía de viajes (no digo la marca para no hacer publicidad) salió a pedir de boca. Quedamos en Bangkok donde pasamos la primer noche y el primer día. Tras una noche de fiesta como hacía tiempo en el Bed Super Club y la discoteca Boss de Bangkok, al día siguiente hicimos algo de turismo por la capital de Tailandia y nos dirigimos hacia la capital de Malasia, Kuala Lumpur.

Al aterrizar en Kuala Lumpur conocimos a Caroline, una chica alemana que iba a encontrarse con un amigo allí pero que esa noche la pasaría sola y no tenia alojamiento buscado. Finalmente se quedó con nosotros (eramos 3 con dos habitaciones, así que sobraba una cama) y pasamos una noche y un día siguiente de turismo juntos muy agradable. Hay que decir que Kuala Lumpur, más allá de las torres Petronas, tiene poco como ciudad.

En Kuala Lumpur contratamos un viaje al parque nacional de Taman Negara. Situado en el centro de la península, solo cuatro grados al norte del ecuador, es un parque nacional totalmente selvático. Existen unos albergues y hoteles (por llamarlo de alguna forma) en los que te puedes hospedar y realizar excursiones a la selva y por el rio. Aunque te atraen al parque con la promesa de que verás muchos animales en libertad, la verdad es que no vimos mas que un perezoso, unas arañas y algún bicho-palo. Aún así, merece mucho la pena la visita, aunque sólo sea para escuchar la selva de noche.¡Alucinante!

Tras la visita a Taman Negara nuestro plan consistía en ir hasta la costa Este de la península en un tren nocturno y una vez allí, llegar hasta las islas de Perhentian en barca. Teníamos dos «pequeños» problemas:

1. No teníamos reserva de hotel en las islas
2. No teníamos billete de tren para ir hasta donde se cogía el barco para ir a las islas

Continuará.